Antes de que el sol y la primavera se instalen definitivamente en nuestro calendario, los amantes de los deportes de invierno tenemos la oportunidad de despedirnos del frío disfrutando de los últimos saltos en la nieve. Y esto podemos hacerlo a lo grande. Esquiar en los Alpes Franceses es una de las mejores experiencias que podemos tener, ya que es el destino por excelencia de los esquiadores. En él su cima se encuentra el famoso Mont Blanc, que alcanza los 4.810 metros de altitud.
Nieve todo el año
Cuenta una leyenda que en la cima del Mont Blanc, vivía una diosa conocida como la “diosa blanca” (por su parecido con la nieve) que tenía el poder de decidir el destino de las personas que habitaban el valle. Cierto o no, la realidad es que las blancas montañas habitadas por esta diosa son hoy en día uno de los destinos mejor valorados por los usuarios para practicar esquí y esto se debe a muchos motivos. Entre ellos, destaca el hecho de que ofrecen nieve durante casi todo el año, pero también la calidad de sus instalaciones y de sus pistas de esquí. De hecho, ofrecen cientos de kilómetros disponibles para todo aquel que quiera practicar este deporte. Además, si nos decidimos a pasar unas vacaciones en esta zona, podemos consultar las numerosas ofertas que existen a través de comparados online como Esquiades.com. En él podremos introducir las características de nuestro viaje: número de personas, adultos y/o niños, duración de la estancia, etc. y accederemos a las promociones vigentes.
Beneficios de practicar esquí
De este modo podremos realizar uno de los deportes más conocidos que existen: el esquí. Se trata además de una de las prácticas deportivas más sanas, por los muchos beneficios que nos aporta. A continuación, detallamos algunos de los más ventajosos:
- Aire puro: acostumbrados a la contaminación de las grandes ciudades, el hecho de que el esquí solo pueda practicarse en espacios naturales, implica que estaremos respirando aire puro y fresco. De este modo, estaremos favoreciendo a la oxigenación de a sangre.
- Enfermedades cardiovasculares: el esquí es un deporte que, además de mejorar nuestra forma física, favorece al cuidado de nuestro corazón y de nuestros pulmones. No hay que olvidar que se trata de un deporte aeróbico por lo que, durante su práctica, el gasto energético y calórico es importante.
- El equilibrio: es una de las destrezas que podemos reforzar mientras practicamos esquí, ya que al desplazarnos por una superficie poco habitual, la nieve, y con un método también poco convencional en nuestra vida diaria, los esquís, estamos obligados a hacer un esfuerzo para no caernos.
- La orientación: es una habilidad que se mejora con la práctica. Las pistas de nieve están acondicionadas con indicadores, pero gozar de una buena orientación nos ayudará a desplazarnos mejor.
- La resistencia física: junto con la concentración, son dos aspectos que se ven mejorados con la práctica del esquí. En el caso de la resistencia esta aumentará gracias a nuestros esfuerzos ejercidos para movernos, fortaleciendo nuestras piernas, brazos, glúteos y abdominales.
¿Qué ver en la región de los Alpes?
Además de practicar esquí, viajar a los Alpes franceses será la ocasión perfecta para conocer algunos de los bucólicos pueblos que los habitan. La tranquilidad y su atmósfera, muy acogedora, nos invitarán a quedarnos unos días conociéndolos. A continuación, os dejo algunos de los pueblos y ciudades más recomendados:
Conflans
Es uno de esos pequeños lugares encantadores. Se encuentra sobre la ciudad olímpica de Albertville, lo que la hace gozar de unas vistas de ensueño. En ella se podrá probar la tariflette, uno de los platos más típicos de la tradición saboyana y de la cocina francesa en general. Con patatas, queso, beicon y la famosa “crême faîche” francesa, este plato nos ayudará a recuperar las fuerzas consumidas practicando esquí.
Chamonix-Mont-Blanc
Recibe el nombre del pico Mont-Blanc, ya que se encuentra a sus pies. Es por ello un punto de encuentro entre esquiadores, snowboarders y amantes de la nieve que hacen una parada antes de lanzarse a la aventura de la montaña.
Annecy
Es una de las ciudades más bellas de la región. Decidimos ciudad porque en ella viven más de 50.000 personas, pero el clima que despierta es de calma. Es conocida como la “Venecia de los Alpes”. Destacan sus canales, pero también sus calles de piedra, los soportales de os edificios, su castillo y un precioso lago que se encuentra a sus pies.
Lyon
Una de las ciudades francesas que más destaca por el ambiente cultural. Lyon es una fuente de arte, que se respira por sus calles. Por ella se pasearon personajes tan importantes como los hermanos Lumière precursores del séptimo arte. Cualquier época del año es perfecta para acercarnos a esta “ville”, aunque debemos saber que su clima es muy extremo. En invierno, los termómetros bajan de manera importante y en verano llegan a alcanzar los 40 grados.
Escrito por Juan García.