Cuba viajando a los años 50
Las mejores clases de historia se hacen viajando porque inconscientemente te empapas de su cultura, como por ejemplo China y su arquitectura milenaria o los países que han salido de la URSS todavía siguen teniendo una fachada soviética. Uno de los países que te hacen transportarte en el tiempo es Cuba.
Un viaje al pasado
Lo que más me extrañó cuando bajé del avión es ver un aeropuerto sin aviones. El aeropuerto era muy básico solo tenía una planta, estaba totalmente vacío. En los paneles de control ponía que solo faltaban 2 vuelos en todo el día y en el baño había un señor recortando trocitos de papel.
Antiguallas de los 50
Lo que más saltaba a la vista eran esos coches, habían desde Lincons del 59 hasta Chieftain 1955. Lo mejor de aquellos coches de escándalo es que la mayoría están muy bien cuidados y eso es, porque a penas hay piezas de recambio y los conductores suelen tener mucho cuidado.
Escasez de productos básicos en Cuba
En algunos de los supermercados, las estanterías estaban casi vacías y las pocas cosas que habían eran caras para los cubanos. Los juguetes para los niños eran de plástico, en países más desarrollados esos tipos de juguetes casi no se venden.
Las empresas traspasan fronteras.
Antes de la revolución, Cuba fue un de los pioneros en aceptar la coca cola, pero tras el bloqueo el régimen castrista decidió echar a la compañía de la isla. Pero existe un mercado negro de coca cola importada sobre todo de México. Los cubanos han inventado una especie de coca cola, su nombre es la Tu Kola.
Grafitis estatales con mensajes políticos.
Nos extrañó mucho que no hubiese ningún tipo de publicidad de productos o restaurantes, lo normal en la publicidad. Eso tiene una explicación, porque Cuba es uno de los pocos lugares donde solo hay un tipo de publicidad, enfocada a los lideres de el país.
Este articulo esta escrito por Álvaro mi hijo pequeño de 13 años. Habla de cosas que yo había pasado por alto como la carencia de papel, los pocos aviones, la propaganda tan escasa y sobre todo de los juguete tan precarios que podían compra los niños. Cada viaje es una lección de vida además de la mejor herencia en recuerdo que se le puede dar a un niño.
Por eso suelo hacer caso a Dalai Lama, viajo una vez al año a un lugar que nunca había estado con la familia.
Una vez al año ve a algún lugar en el que nunca hayas estado antes
(1000 gracias por leerme)